Lo que está claro es que en el ámbito histórico siempre tira más por todo lo relacionado con la Segunda Guerra Mundial. De hecho, este otoño saldrá su última película basada en este libro que acabo de leerme:


La serie sigue el estilo de la película anterior, y en los doce capítulos la tensión apenas decae (no como en su secuela: "The Pacific"), con situaciones realistas y personajes muy interesantes como el teniente Alex Winters:



Ya que estoy centrado ahora en las adaptaciones, hay un libro que realmente merecería la pena llevarlo al cine:


La nostálgica música de Williams siempre nos recordará aquellas imágenes en blanco y negro (y rojo), posiblemente la película más triste de la historia. Aquí demostró realmente su capacidad para tocar la fibra sensible de las personas, sobre todo en ese final que hizo llorar a quienes nunca antes lo habían hecho con una película. Destacan el trío protagonista: Liam Neeson como Schindler (su mejor papel), Ralph fiennes como el nazi malo (famoso ahora por ser el villano de Harry Potter), y Ben Kingsley como el judío redactor de la lista (basado en Mietek Pemper, que tristemente ha muerto hoy). Recuerdo especialmente los asesinatos a bocajarro y la escena en la que los niños se esconden entre la mierda de los váteres.
A parte de la cantidad de Óscars que recibió, Spielberg creó la fundación Shoah con los beneficios del filme.
En el "Imperio del sol" la música de Williams también juega un papel fundamental, siendo una de las mejores bandas sonoras que han aparecido (al comienzo del tráiler de Super 8, que puede verse en el post del mejor director, las notas musicales coinciden con esta banda sonora). Esta película ha sido un verdadero descubrimiento para mí, ya que la vi hace muy poco sin saber que era de él y actualmente la sitúo en los primeros puestos de su filmografía. Es curioso además de los primeros papeles de Christian Bale, que tendrá unos ocho años en la historia.

En la serie de 1985 Cuentos asombrosos , creada por él mismo, dirigió una curiosa historia titulada La misión, donde en la Segunda Guerra Mundial un tripulante quedaba atrapado en la cabina inferior del avión (desde donde disparaban), con el problema de que van a aterrizar sin poder sacar las ruedas. Un ejemplo más de la pasión que sentía Spielberg por el mundo de la aviación.
Si pudiese definir lo que supone la guerra en el cine de Spielberg, diría que es un modo que tiene el director de hacer realidad esas batallas que todos nos montábamos de niños con los soldados de juguete. Nuestra generación lo hizo con los de plástico verde (tipo Toy Story) y nuestros padres con los de plomo, como los que me regaló mi tío hace años:

"Creo que todos los niños experimentan con el cine. Cuando sus padres
les regalan por su cumpleaños juguetes de pequeños personajes, soldaditos, hombrecitos -cuando era niño, se trataba de vaqueros-, y el chico se tumba sobre la alfombra y sostiene la figurilla frente a sus ojos... esto es muy realista. Y toma un ángulo sobre el hombro, coloca el otro soldado a la distancia de un brazo sobre la otra mano, y grita “Bang, Bang, Bang”... ese es el comienzo del cine. Todos nosotros pasamos por ahí: las chicas con sus bebés y sus casas de muñecas, y los chicos con sus trenes, sus coches de carreras y sus soldados de juguete. Todos empezamos como directores de cine. Y creo que nunca salí de ahí”.
No se si inspirado o no en este comentario, realicé un vídeo como trabajo para técnicas de la información, montando una especie de guerra en miniatura con petardos y todo. Me sirvió para saber lo difícil que es rodar unos minutos de película, encontrándote con situaciones que no esperas (al rodarlo en el Pardo, justo cuando iba a tirar el petardo más gordo pasó un grupo de guardias civiles que escoltaban al rey Juan Carlos...).
Con mi pequeño corto termino esta entrada:
*Juegos de guerra (1983, John Badham)
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