Un blog se queda pequeño para analizar su cine en profundidad, no por complejo, sino por la imposibilidad de tratar sus películas de forma objetiva y racional, ya que su verdadero valor reside en la profundidad de las historias que cuenta.
Seguramente haya muchos que no compartan esto último que escribo, pues siempre se le ha tachado de superficial y sentimentaloide. Lo cierto es que son las críticas las que pecan de superficiales al no querer (o saber) reconocer la calidad de un director al que la fama y el reconocimiento han perjudicado. Quiero decir que al ser tan conocido, todos le tomamos como el típico director (cuando empiezas a hacer cosas relacionadas con el cine es muy común que te digan:"Estás hecho un Spielberg"...), el director modelo por excelencia, etc. Es decir, lo banalizamos.
Yo personalmente no me cansaré nunca de ver muchas de sus películas (especialmente las que trato en el blog), porque despiertan sentimientos relacionados con la infancia que siempre es bueno volver a tener.
En una ocasión, él comentó que había dos creaciones suyas a las que se podía reconocer sólo con la silueta: Indiana Jones y E.T. Y lo cierto es que es indiscutible su capacidad para crear iconos del cine. La siguiente caricatura de Dugazm acierta de pleno en este sentido:
Creo que ha logrado algo grande: emocionarte y hacerte disfrutar como nunca cuando ves una película. Esto lo consigue siempre con temas relacionados con los miedos y perspectivas que tienes cuando eres niño: tiburones que pueden comerte, guerras con montones de soldados luchando, encuentros con seres espaciales, la posibilidad de poder tocar dinosaurios...
Es necesario recordar que al comienzo no estudió cine como la mayoría de los directores, sino que simplemente se guió por la intuición, acordándose de todas aquellas películas que tanto le emocionaron cuando era niño.
Tengo que recomendar el libro "Steven Spielberg: entre Ulises y Peter Pan" (Madrid, 2004, Cie Inversiones Editoriales Dossat 2000) de Antonio Sánchez-Escalonilla, profesor de la URJ doctorado con una tesis sobre Spielberg.

Me gustaría que la gente apreciase la existencia del último gran clásico de los directores, al que con el tiempo se recordará como se merece. En el nº 186 de Cinemanía encontré una página que anunciaba películas clásicas de toda la vida, y me chocó ver entre ellas a La Lista de Schindler (de 1993):

En definitiva, él nos ha traído de nuevo el sentido propio del cine: entretener.
En agosto tendremos la oportunidad de ver una película donde se homenajea en cierto modo su cine y su vida, pues el título es el de la primera cámara que le regalaron sus padres: Super 8 está dirigida por J.J.Abrams ("Perdidos", "Fringe", "Star Trek XI") y producida por el propio Spielberg, y cuenta una historia de ciencia ficción al estilo de las que hacía en los años ochenta. Este es el tráiler:
Por último dejo la primera imagen que recuerdo haber visto de Steven Spielberg:
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